Ya está aquí el Carnaval!! Esta semana las escuelas infantiles y centros educativos se llenarán de disfraces, colores, música y bailes.

Pero ¿Por qué celebramos el carnaval? ¿Qué sentido tiene el carnaval para los niños y niñas? ¿Cómo celebrar un carnaval respetuoso para que niños y niñas logren disfrutar con él?

Nuestra colaboradora Ana Isa, de Creciendo y Criando nos responde ésta y muchas otras preguntas sobre el Carnaval y sobre cómo podemos disfrutarlo en familia y de forma respetuosa.

¿Qué se celebra en el Carnaval?

El Carnaval es una fiesta popular caracterizada por el color, la alegría, los bailes y por supuesto…los disfraces!

¿Pero dónde está su origen? ¿Por qué nos disfrazamos?

Parece ser que su origen se remonta a la época Romana, en la que se celebraba una festividad en honor al Dios Saturno, un Dios que vagaba durante todo el invierno por la Tierra. En esta época del año se realizaban ofrendas, bailes y fiestas con máscaras en honor al él, con la idea de llevarlo al otro mundo y dar así paso a la Primavera y a las cosechas del verano. 

Con la llegada de los Cristianos, la fiesta comenzó a llamarse tal y como la conocemos hoy.  Carnaval significa “quitar la carne”. Se celebraba los días previos a la Cuaresma, días caracteriza por por el ayuno, el recogimiento y la abstinencia. El Carnaval, eran días de desinhibición, de diversión, donde todo estaba permitido, de ahí la utilización de máscaras para salvaguardar el anonimato. 

El Carnaval es una tradición que ha llegado a nuestros días y se celebra en muchas partes del mundo. Las calles, las escuelas y centros educativos se llenan de color, de música y los más pequeños pueden disfrazarse de aquello que más les gusta. 

Pero, ¿Qué sentido tiene el Carnaval para los niños y niñas?

Hay  muchos niños y niñas que disfrutan con la festividad, les encanta maquillarse y convertirse  por un día en sus personajes favoritos.

Sin embargo, hay otros para los que puede que no tenga ningún sentido, porque aún no se encuentren en la etapa de juego simbólico. Otros que se sientan obligados a seguir el juego adulto. No olvidemos que en muchas escuelas, son los adultos quienes deciden la temática y los niños y niñas ni siquiera pueden elegir. 

De esta forma, tienen que ponerse  un disfraz que no han elegido y con el que no se sienten identificados, ni del todo cómodo.  Quizás porque les da vergüenza ir vestidos así por la calle, porque sienten miedo, o simplemente porque no les gusta el tema elegido, simplemente no les apetece ir así vestidos. 

Si hablamos de la etapa 0-3, si cabe más aún, es necesario plantearse el sentido que los niños y niñas le dan a la fiesta. Disfrazarse implica cambiar de identidad. Jugar a ser otro. Y previamente implicar ser consciente de quien eres para poder jugar a ser otro.  

En la etapa 0-3 , los niños y niñas aun no han adquirido la capacidad de jugar simbólicamente. Están en una etapa en la que están aún descubriendo quienes son ellos mismos por lo que disfrazarse de otro personaje, no tienen sentido alguno para ello. Ni mucho menos responde a sus necesidades ni intereses. 

Creo que si celebramos la festividad en eta etapa, es más por la necesidad de los adultos de organizar una fiesta frente a las familias o porque siempre se ha hecho así y no nos hemos cuestionado otra forma.  Nos movemos por modas. Pero por encima de todo esto están los deseos y necesidades de los niños y niñas. 

Si decides celebrar el carnaval, es importante que nos bajemos de nuestro pedestal adulto. Que preparemos y celebremos la festividad siempre con la mirada puesta en la infancia. Es sus necesidades, y no en las nuestras. Que nos preguntemos porqué lo hacemos, si tiene sentido para ellos, si les aporta algo en su aprendizaje y sobre todo preguntemos a nuestros hijos e hijas si quieren celebrar con nosotros. 

A partir de los dos años, los niños y niñas entrar en la etapa simbólica, en la que aparece el juego de imitación, de jugar a ser otro, de expresar a través del juego todo aquello que viven. Es en este momento en el que la fiesta puede tornarse divertida para ellos y adquirir algún sentido.

Aún así es importante respetar sus decisiones, sus gustos. Puede que aunque empiecen a comprender sea una festividad que no les guste, les genere miedos o vergüenza. Disfrazarse, jugar a ser otro es un tipo de juego, y el juego siempre debería ser libre. 

Para mí el carnaval tiene sentido cuando los niños y la niñas disfrutan en libertad de ponerse una capa, un sombreo o una máscara. Y No cuando lo hace para contentar al adulto. 

¿Cómo celebrar un carnaval respetuoso?

1. Observar

Es importante que observes las necesidades e intereses que presentan los niños y niñas. Tener en cuenta la etapa del juego en la que se encuentran y reflexionar sobre el sentido que puede tener para ellos celebrar la fiesta.

Es necesario que los aprendizajes sean significativos para ellos y que lo que hagamos, tenga conexión con lo que los intereses y el mundo que les rodea. 

2. Poner conciencia 

Si decidimos celebrar la fiesta, es necesario que reflexiones y pienses en los motivos que te llevan a celebrar el Carnaval. Sin dejarnos llevar por las modas o por el “siempre se ha hecho así”. Es necesario poner la mirada en el niño o niña y tomar conciencia de sus verdaderas necesidades, al margen de las nuestras. 

3. Empatizar

Ya hemos comentado que puede que haya niños y niñas que manifiesten una negativa a los disfraces, que sientan emociones de miedo de vergüenza.  Y está bien. No pasa nada. 

Es fundamental empatizar y comprender las emociones del niño o de la niña. Entender porqué no quiere ponerse ese disfraz que con tanto afán has hecho. Valida, normaliza, no etiquetes y acompaña la emoción. Es un reto, lo sé´. Pero créeme que es necesario. 

4. Permite elegir

Permíteles elegir si quieren o no disfrazarse. Sin juzgar, ni regañar ni mucho menos obligar a que lo hagan si no lo desean. Haz que se sientan escuchados y respetados. Al fin y al cabo, son ellos quienes tienen que ponerse el disfraz no? ¿Imaginas que alguien te obligara a ti? Permíteles elegir, estarás contribuyendo al desarrollo de su identidad y autoestima. 

5. No obligar nunca a disfrazase

Ponerse un disfraz para ellos es un juego. Un juego que les permite ser otro, adquirir otra identidad. Jamás deberíamos obligar a un niño o niña a jugar. El juego es espontáneo y libre y si se convierte en una obligación, deja de ser juego.  No obligues nunca a un niño a disfrazarse. 

6. Fomenta el juego libre con los disfraces. 

Disfrazarse aporta múltiples beneficios para la infancia. Forma parte del juego simbólico y además de diversión, les aporta reporta muchos beneficios. Implica jugar a ser…, crear, inventarse historias, adquirir otras identidades, expresar emociones, empatizar, representar su mundo interior, resolver problemas…

Permíteles poder disfrazarse durante todo el año. Una buena idea es crear un rincón de disfraces que les permita imaginar y desarrollar su creatividad. 

7. Hazle partícipes de la festividad. 

Hacer a los niños y niñas partícipes de la festividad es fantástico. Pueden colaborar creando los adornos ¿y por qué no sus propios disfraces?

Podemos encontrar muchas ideas para hacer disfraces con materiales reciclados. Además de que estamos trabajando otros aspectos como la creatividad, el valor de lo hecho a mano, el reciclaje, las habilidades manuales…  Tienes una propuesta de máscaras creativas aquí. La satisfacción de crear algo con tus propias manos es infinita!

8. Elige disfraces sin estereotipos sexistas. 

Huye de disfraces estereotipados, que fomenten diferencias de género. No caigas en el tópico de los disfraces de princesas para ellas y de superhéroes para ellos. No hay disfraces para niños o niña.

Permíteles experimentar con otros roles. Opta por disfraces igualitarios  que no perpetúen roles de género y da libertad para que los niños y niñas se disfracen de aquello que desean.  

9. Ofrece otro tipo de juego

SI no les gusta el carnaval o aún no están preparados para comprender el sentido de la fiesta, mi propuesta es que ofrezcas otro tipo de juego. Un juego que respete la esencia de los niños y niñas, sus ritmos y necesidades. Que les permita la exploración libre con los diferentes elementos del carnaval, sin presiones ni obligaciones. 

Disfrazarse no es una necesidad vital. Podéis disfrutar de la fiesta escuchando canciones, contando cuentos, disfrutando sensorialmente con sus diferentes elementos…

Una propuesta para sentir y vivir el carnaval de forma diferente

He preparado un taller familiar, para que los niños y niñas puedan vivir y sentir el carnaval de una forma diferente y respetuosa.  Donde ellos y ellas sean los verdaderos protagonistas.

Con propuestas que partan de sus intereses y necesidades. Que den rienda suelta a su creatividad y que permitan la libre expresión de sus emociones. Que respeten sus tiempos y sus ritmos. Y que favorezcan el juego libre y espontáneo con los diferentes elementos del carnaval.

Podréis disfrutar en familia de  propuestas educativas basadas en la pedagogía de la luz y en el aprendizaje vivencial. Propuestas para experimentar y explorar con los sentidos, como la mesa de luz, el proyector. Podrán desplegar su creatividad con la propuesta  para elaborar sus propias máscaras creativas, donde lo importante no será el resultado sino el proceso.

Los niños y niñas tendrán la oportunidad de descubrir el juego en los ambientes de luz negra. Podrán Jugar a ser desde la libertad, con los disfraces dispuestos en el ambiente para tal fin. Y qué podrán elegir o no, en la medida de sus necesidades, sus fantasías e intereses.

Si eres de Cáceres o alrededores, te espero  el próximo día Lunes 24 de febrero a las 18.00 h en el Espacio Infantil “El Camino”. Las plazas son limitadas por lo que es necesario inscribirse previamente.

¿Y tú, cómo celebras el Carnaval? ¿Apuestas por un Carnaval respetuoso? 

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