Los colegios Montessori se han convertido en los últimos tiempos en una de las opciones más consultadas por las familias. Esto, aparte de por su enseñanza trilingüe, se debe también a su oferta educativa y a sus valores.
De hecho, la Educación secundaria Montesorri es una de las etapas más valoradas por su importancia en el desarrollo de los adolescentes, así que no es de extrañar que los padres deseen saber qué se aprende en estos centros. Por eso, a continuación vamos a hablar un poco de la filosofía Montessori y qué valores se imparten en su oferta educativa.
Una filosofía basada en la solidaridad y la independencia
Uno de los puntos fuertes de la educación Montessori se encuentra en los valores que se enseña a los niños y sus objetivos. De este modo, si bien se comparten materias con el currículo español, es en la metodología y en el punto de vista de la enseñanza donde se aprecian los mayores cambios. Así pues, la filosofía Montessori se susenta sobre tres visiones fundamentales que se enfocan en: el ámbito académico, el carácter del alumno y su visión global en relación con otros estudiantes y su entorno. Con ello, se pretende formar a los estudiantes atendiendo a las necesidades de las distintas etapas de su vida, utilizando diversos métodos como cuentos para los más pequeños y retos para los mayores.
En el ámbito académico se busca la excelencia a través de una oferta educativa trilingüe que proporcione los conocimientos exigidos y, además, las herramientas para desenvolverse en el futuro en cualquier ámbito al que el alumno aspire llegar. Además, gracias a ello, los estudiantes también pueden elegir en qué universidad desean estudiar, ya sea española o europea, ya que un alto nivel académico, junto con el dominio de tres lenguas, les permitirá optar por la que deseen.
En otro punto, en cuanto al enfoque en el carácter del alumno, en Montessori se incide mucho en valores que les ayudarán a socializar y a relacionarse con el resto. Así, se busca formar personas empáticas, que sepan desarrollar diversos roles, confíen en sí mismas y sean, por tanto, independientes. Aparte, también se incide en el trabajo en grupo, clave para el desarrollo de proyectos, tanto en clase como, en un futuro, en el ámbito profesional. Todo ello con el aprendizaje y el dominio del español, el inglés y el francés para alcanzar una visión global que les permita conocer y comprender la diversidad de lo que les rodea.
Por tanto, los centros Montessori ofrecen una enseñanza integral para el alumno, que no solo atiende a las materias que debe aprender del currículo oficial, sino que se centra en cómo estas se aplican en la vida cotidiana. Su misión, de esta manera, es lograr que los alumnos se conviertan en individuos con la autoestima y confianza suficientes para desenvolverse por ellas mismas y, a su vez, con la empatía y la comprensión necesarias para establecer relaciones personales y laborales sanas con los demás. En definitiva, en los colegios Montessori se aprende a ser personas formadas y, sobre todo, íntegras.
