Mama: Cariño, hoy para ir al colegio te debes poner esta camiseta y este pantalón!
Hija: No, no quiero esto! (empieza la rabieta)
Mama: ¿Por que no? Si es super cómodo y te va genial para ir al cole.
Hija: Porque no me gusta. ¡Quiero ponerme otra cosa!
Ya??? ¿Ya hemos llegado a esto? ¿Es esta una de las escenas que más vives cada mañana? Seguro que tanto tu, como otras miles de madres, se encuentran a diario con su hija de 3 años teniendo una conversación como esta. Y te preguntas, ¿pero esto no pasaba más adelante cuando llegaba la adolescencia? ¿Que ha pasado? ¿Mi hija ha dejado de ser niña? Noooo! Es un proceso natural. Es nuestra naturaleza que nos llama y nos empuja a la independencia y poder de elección. ¿Y como debemos actuar? Marcela de Toto y Petunia nos habla de la importancia de dejar a nuestros hijos poder elegir su ropa.
Sí, te parecerá lejano, quizás imposible o puede que ya lo estés viviendo… cada vez está más cerca y en los tiempos en que vivimos y con lo espabilados que vienen estos pequeños duendencitos, esta faceta se despierta cada más pronto, tanto el elegir la ropa que quieren como el hecho de verse bien o mal.
Soy mamá de dos, una morena de 6 y un rubio de 2 años, además de ya padecerlo en mi casa, lo veo muy a menudo en la tienda. Al principio me llamaba la atención que los peques eligieran que llevar y que no, y no te niego que me asombraba y muuucho! Pero al poco tiempo este fenómeno llegó a mí, y los berrinches se apoderaron de mi hija mayor, cada vez que llegaba la hora de “vestir” y esta se convertía en un auténtico caos…
Aunque siempre fuimos las dos parecidas en nuestro estilo, casual sin perder el “buen vestir”, en todo había discrepancias: en las combinaciones sobretodo! No tanto en la ropa, ya que somos parecidas y la dejo atreverse con todo, pero el mayor problema era el calzado!
De repente quería poner una falda tutú, de las de la tienda, que son totales (está mal que lo diga yo, jeje) ¡con unas zapatillas de montaña! Y cómo esos detallitos unos cuantos más. Por mi suerte esos episodios duraron muy poco, porque intenté documentarme en estos menesteres, y porque además de la moda me encanta la psicología, entonces descubrí que:
Los beneficios de dejar a los hijos elegir la ropa
Esta pequeña independencia les hace sentir más seguros, y a la vez les ayuda en el futuro porque le ofrece ventajas para su posterior desarrollo, les hace sentirse con más confianza, y esto se refleja en que se sientan más respetados y valorados!
El acto de elegir como verse, los hace más autónomos y a decidir sin tanto miedo, ya que estas pequeñas decisiones de hoy les ayudará a tomar más adelante sin tantos temores decisiones más importantes, parece lejano, pero es un camino que poco a poco se va allanando.
Este acto también hará que valoren más sus prendas, así como es el cuidado de las mismas, al valor de las cosas, en todos sus procesos. Un camino que los acerca a otros, a medida que van creciendo y van pasando por etapas.
Algo negativo también debía tener
Ellos sin duda van a tener la sensación de sentirse “mayores”, y esto conlleva que sean más responsables, pero claro, a está altura estarás diciendo todo muy positivo, peeeroo, sí cómo ya sabemos, todo tiene su parte negativa, y está puede ser que haya momentos de auténtico desmadres en que ponerse y como combinarlo. Haciendo así que salgan completamente fuera de tono.
Sabemos que siempre tenemos que negociar, ofrecerles alternativas y explicarles que si llueve a morir, no podemos salir con los vaqueros rotos y chanclas de lo más cool al más estilo veraniego. ¡Ese día no es posible! En ese precioso momento, cuando toca negociar o decir que no, puede ser caótico sí dejamos demasiado floja la cuerda.
Conclusiones
Por eso en la medida de lo posible, y de la educación de cada familia, sin duda, es positivo que permitamos que ellos decidan sobre su aspecto. Les ofrece beneficios para su desarrollo, adquieren confianza en ellos mismos y aumenta la que sienten hacia sus padres, su personalidad se afianza.
Y piensa otra cosa, que de esta manera al sentirse “más mayores”, genere el deseo de aprender a cambiarse solitos (para los que aún no lo hagan). Y este si, que desde mi punto de vista, es un paso muy importante para ellos y para nosotros, un momento para delegar en los más pequeños una tarea más, y así ayudarles cada vez más a su independencia.
Déjalo que experimente a elegir su “look”, deja que te ayude a comprar su fondo de armario, deja que te ayude y que coloque sus prendas para lavar, que las guarde… Es todo un proceso, y si tú le das confianza, él/ella se sentirán muy agradecidos y puede incluso ser muy divertido!
No tenemos que reflejar nuestra personalidad en ellos, ellos tienen la propia, escúchale que le apetece ponerse, sí prefiere estar cómodo y no lleno de lazos, o quizás sí. Es muy importante darnos cuenta que al fin y al cabo siempre daremos el último visto bueno o que conjuntamente llegaremos a un acuerdo. Pero hay que dejarle fluir en está pequeña decisión que lo ayudará a ser más seguro de sí mismo! Y tu, relájate y entre otras cosas…disfrútalo! ¡Que tu también fuiste niño/a!
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