10 consejos para cuidar de un recién nacido

 

Habitualmente, al llegar por primera vez a tu casa con tu bebé recién nacido, surgen mil preguntas sobre su cuidado. Hoy Àngela Lledó, enfermera pediatra y coordinadora del equipo de SentirT, te ayudará a resolver las dudas más frecuentes después del nacimiento de tu primer hijo. Por eso te traemos los diez consejos más importantes que debes considerar para cuidar de tu bebé durante esas primeras semanas de vida.

10 consejos para cuidar de un recién nacido

1. Alimentación

En ocasiones caemos en la tentación de medir toda la alimentación que toman los bebés y preocuparnos si no come cada X tiempo o X cantidades. Tanto con la alimentación materna como  con la artificial, la realidad es que no existen horarios, ni tiempos mínimos ni cantidades exactas que deba comer un recién nacido. La alimentación en todos los bebés es a demanda: cuando el bebé pida comida se la ofrecemos.

A pesar de ello, hay una cosa que debéis tener en cuenta: mientras no recupere el peso del nacimiento, es recomendable despertarle cada 3-4 horas si no lo hace por si solo o sola. En el momento que recupera ese peso, ya no es necesario despertarle para comer. 

Respecto a la lactancia materna durante los primeros días pueden surgir muchas dudas e, incluso, algún contratiempo. Es importante informarse y leer mucho sobre ella para entender que puedes esperar. Si estás teniendo dificultades con la lactancia materna te invitamos a visitar nuestra web, allí podrás encontrar muchos más consejos para ti y podemos resolver juntas las dudas o las dificultades que te estás encontrando.

2. Sueño

El sueño va evolucionando a lo largo de los meses. En el momento en el que os encontráis, vuestro bebé se despierta principalmente para alimentarse y en horarios muy irregulares e impredecibles. Suelen pasarse entre 12 y 16 horas durmiendo al día.

Durante los primeros meses de vida es muy importante tener en cuenta la seguridad durante el sueño. Por ello te dejamos los puntos principales que debes considerar:

  • Ponle a dormir boca arriba, tanto en las siestas como durante la noche. Si te preocupan las regurgitaciones, gírale la cabeza hacia un lado.
  • Evita abrigarle en exceso: sin gorros y la cara y la cabeza siempre despejadas. Si suda quítale una capa de abrigo.
  • Evita taparle con objetos pesados y gruesos: usa preferentemente ropa liviana como muselinas, sábanas o arrullos no muy gruesos, también puedes taparle con sacos para bebé que son muy seguros. 
  • Evita objetos sueltos por la cuna: peluches, cojines antivuelco, juguetes, etc.
  • Las muselinas, sábanas, etc., siempre enganchados por debajo del colchón. 
  • Los bebés no necesitan almohada hasta los 2 años.
  • El colchón donde duerme debe ser firme.
  • Evita objetos que le rodeen el cuello.

3. Llanto del bebé

El llanto del bebé puede llegar a ser estresante y agotador pero es su forma de comunicarse con sus cuidadores, aunque no le pase nada grave, y forma parte de su desarrollo normal.

Cómo puedes actuar ante el llanto de tu bebé:

  • Comprueba si tiene hambre o el pañal mojado o si se encuentra en una postura incómoda.
  • Si toma lactancia materna puedes ponértelo al pecho ya que le proporciona tranquilidad y calma, aunque no tenga hambre. 
  • Si el llanto es repentino y continuado puede que sea por que le duele algo. Es recomendable mirarle los dedos de las manos y pies para comprobar que no tenga un hilo o un pelo enredado que le esté produciendo ese dolor. En los niños también se pueden mirar los genitales por si el dolor proviene de esta zona. 

Si el llanto creemos que no proviene de aquí, hay otros trucos que pueden ayudarte a calmarle:

  • Los más habituales: ponerle el chupete y/o acunarlo en brazos.
  • Ponerle sobre el pecho boca abajo, con las rodillas tocando la barriga y con la cabeza ladeada. Esto se puede hacer en momentos que podamos vigilarle.
  • Envolverle con un arrullo en posición fetal.
  • Habitación tranquila con luz tenue.
  • Sonidos en blanco o música relajante.
  • Podemos pasearle con el carrito o portándole.
  • Si el adulto que intenta calmar al bebé está agobiado, es recomendable dejar que se ocupe otra persona que esté más relajada.

4. Cambio de pañal

Es normal que los bebés manchen muchas veces el pañal, puede que incluso cada vez que come, y es importante cambiarlo frecuentemente para evitar irritaciones. 

cambio panal

Además, es recomendable evitar usar las toallitas húmedas ya que irritan más la piel de los peques; sustitúyelo por agua y jabón, secando después la piel con una toalla “a golpecitos”. El lavado se hará desde los genitales hacia el ano para evitar infecciones, especialmente en las niñas. 

Si la zona no está rojiza es innecesario utilizar cremas por rutina en los bebés, pero sí es recomendable dejarle a ratitos el pañal desabrochado (o sin pañal) para que la zona se airee y evitar que se le irrite. 

5. Baño

Los baños en los recién nacidos no es necesario que se hagan diariamente ya que en estas edades se ensucian poco y, si le bañamos en exceso, puede que se les irrite y reseque la piel.

Cosas que debes tener en cuenta para el baño:

  • No llenes mucho la bañera, 10-20 cm de agua es suficiente.
  • Temperatura del agua debe ser cercana a la del cuerpo del bebé 36-38ºC.
  • Temperatura ambiente 22-24ºC, evitando corrientes de aire.
  • Jabones neutros y sin irritantes.
  • Baños cortos, 5 minutos es suficiente.
  • No le metas en el agua con heces. Limpia los genitales en último lugar.
  • Presta especial atención a todos los pliegues: ingles, axilas, cuello y genitales.
  • No se recomienda usar cremas hidratantes diariamente ni colonias. Si usas cremas   que no tengan sustancias irritantes: sin parabenos ni perfumes.

6. Cordón umbilical

El cordón se cae solo entre el 5º y 15º día de vida, no hay que forzar esta caída. Las recomendaciones actuales son: 

  • Lavarlo con agua tibia y jabón neutro durante el baño y secarlo muy bien después.
  • Si no se baña al bebé un día, se puede aprovechar un cambio de pañal para realizar la cura con agua y jabón. 
  • Siempre debe mantenerse limpio y seco, por lo que si se ensucia hay que limpiarlo nuevamente.  
  • El pañal es recomendable doblarlo y dejar el cordón por encima para que se seque más rápido. 
  • Seguir limpiando aunque se haya caído el cordón. 
  • No envolverlo con gasas impregnadas con sustancias porque favorecen la humedad y, por tanto, aumenta la probabilidad de infección. Además, se recomienda envolverlo en gasas secas para evitar la humedad, pero esto es totalmente prescindible si lo secamos correctamente.

7. Chupete

Si tu bebé toma leche artificial, se puede ofrecer desde los primeros días; pero si hacéis lactancia materna es mejor esperar a que ésta esté bien establecida para ofrecerlo, que es a partir del mes de vida aproximadamente. Te ofrecemos las recomendaciones actuales sobre cómo es un chupete seguro para tu bebé: 

  • Es sólido y sin partes desmontables, para que no se separe en trozos con los que pueda atragantarse.
  • El disco de la tetina es grande y tiene, al menos, 2 agujeros de ventilación.
  • La tetina tiene una longitud máxima de 33 milímetros y no contiene nada en su interior. 
  • Preferiblemente no lo asegures con cadenas, collares o cintas. Si deseas usar una fijación: que tenga una cuerda corta, de menos de 22 cm, y engánchala con una pinza a la ropa.

8. Ropa

Por regla general, para que los bebés se sientan confortables hay que vestirlos con una capa de ropa más de la que nosotros llevamos:

  • Si la temperatura es menor de 24ºC: lo recomendable es ponerle el body con un pijama caliente y algo para cubrirle. 
  • Cuando la temperatura es más mayor de 24ºC: hay que pensar que ellos también tienen calor y que, probablemente, con algo de manga corta y una muselina sea suficiente. 

Si el bebé no tiene problemas en la piel, para lavar las prendas no es necesario utilizar ningún jabón ni detergente especial para bebés. Pero para evitar que se produzcan irritaciones hay que evitar sustancias químicas, como la lejía o los suavizantes. 

Por otra parte, los bebés no deben utilizar ningún tipo de calzado hasta que no comiencen a caminar, ya que si se usan antes pueden afectar al crecimiento de los pies. 

9. ¿Cuándo acudir al médico?

  • Fiebre superior a 37,5ºC.
  • Vómitos importantes.
  • Pérdida de peso continuada.
  • Si le cuesta respirar.
  • Rechaza la comida.
  • Si la orina se vuelve muy oscura.
  • Irritabilidad que no se calma con nada.
  • La piel, las mucosas y/o los ojos se le ponen muy amarillos.
  • Sangrado o mal olor del cordón umbilical.

Su sistema inmunitario todavía es muy inmaduro. Por eso, para evitar cualquier infección hay que lavarse las manos antes de sostener al bebé, en particular todas las visitas que podáis recibir. Es fundamental tener especial precaución en otoño e invierno con personas que puedan estar resfriadas, especialmente los niños y niñas, ya que las infecciones respiratorias son muy frecuentes en estas épocas y pueden ser más graves en los recién nacidos.

10. Cuídate y descansa

En estos momentos no solo es importante el bebé, también lo sois vosotros y vosotras. Es importante que os cuidéis, intentéis descansar al máximo y comáis bien. Es un momento en el que probablemente necesitéis tranquilidad y conocer a vuestro bebé, el resto puede esperar.

Además, después del parto la mamá también necesita recuperarse y superar la montaña rusa de emociones, aquí la pareja o la persona más cercana juega un papel fundamental en su recuperación.

Estás seguramente en uno de los momentos más bonitos de esta nueva etapa, aunque probablemente estés lleno o llena de dudas….¡déjate ayudar! Nosotras estamos disponibles para acompañarte durante este maravilloso camino de la maternidad. En nuestra web te espera muchísima más información sobre el cuidado de tu bebé y enfermeras que te pueden resolver todas tus dudas.

¿Qué te ha parecido el artículo? Como ves, iniciarse como madre es todo un mundo y hay muchos aspectos a tener en cuenta.

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