Hay algunos afortunados que consiguen que su peque se duerma al instante y que no se desvele en toda la noche, pero hay otros que no tienen tanta suerte.
El niño tarda mucho en dormirse, se despierta muchas veces durante la noche, llora, tiene hambre… y el cúmulo de todo eso hace que tus noches sean interminables y que pases días y días sin poder dormir bien.
¿Qué se tiene que hacer en estos casos?
Cómo hacer que tu hijo duerma bien
No existe una fórmula para hacer que los niños se duerman como un reloj y no se despierten hasta la hora que toca, pero sí que hay pequeñas acciones que pueden ayudar a que esto suceda.
1. Dar prioridad a las rutinas
Las rutinas ayudan a los niños a coger hábitos y a saber el orden de las cosas que tiene qué hacer, de modo que las rutinas ayudan a organizar la vida del niño: primero el baño, luego la cena, y por último a la cama.
Todas estas actividades se deberían hacer siempre a la misma hora para que el niño coja el hábito de hacer cada cosa a su tiempo termine automatizándolo.
2. La cena ayuda
El niño no deben ir a la cama sin cenar o después de tomar bebidas estimulantes como las que tienen gas o los zumos de naranja.
3. Tranquilidad siempre
Para dormirse, el cuerpo debe ponerse en modo “pausa”.
Antes de ir a la cama, no son aconsejables los juegos de ordenador, tableta y otros dispositivos, las películas de intriga o acción, las peleas, las bromas de mucha risa, las cosquillas… y todo lo que conlleva respuestas reactivas y excitación.
Para lograr el estado apropiado de sueño es aconsejable leer un libro, escuchar un cuento, caricias suaves, una canción tranquilizante…
4. Dormirse a solas
Cuando los niños se encuentran solos en su cama a veces se sienten abandonados y reclaman a sus padres. Esta es la conocida ansiedad por separación.
Aunque esto suceda no cedas, ya que para conciliar el sueño de una mejor manera se tiene que estar a solas. Trata de acostubrarlo desde bien pequeñito.
Para aliviar sus miedos déjale una lamparita encendida o la puerta un poco abierta.
5. Dormir lo suficiente
Los niños, al igual que los adultos, necesitan sus horas para poder descansar lo suficiente. El sueño puede variar de un niño a otro, pero por lo general:
- 2 años: Entre 10 y 13 horas de sueño. Una hora de estas corresponde a la hora dedicada a la siesta, después de la comida del mediodía.
- 3 – 5 años: la siesta se va haciendo más corta y el niño duerme unas 10-12 horas.
- A partir de los 5 años: La siesta desaparece y el niño duerme unas 10-12 horas hasta la preadolescencia.
6. Los despertares nocturnos
Los niños pequeños se suelen despertar diversas veces durante la noche. Esto es un hecho normal, ya que el sueño va desapareciendo a lo largo de los años.
Pero poco a poco, el proceso se va normalizando y los despertares nocturnos son cada vez menos frecuentes y más cortos. Mientras eso no sucede…
- Si te llama, acude a él y tranquilízale sin alargar tu presencia con él.
- No lo regañes
- No lo saques de su cama, y no lo metas en la tuya
Como ves, conseguir que los niños puedan tener un sueño tranquilo no es solo cosa de tener voluntad, ya que se tienen que trabajar diversos aspectos para poder conseguirlo.
¿Qué otra técnica utilizarías? ¡Te leemos!
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