¿Sabes qué es la audición bilateral?

Según el Instituto Nacional de Estadística, en España existen alrededor de un millón de personas afectadas por una discapacidad auditiva, como por ejemplo la audición bilateral.

Y los últimos estudios afirman 5 de cada 1.000 bebés nacen cada año con algún déficit de la audición en España.

Esto hace que tanto los padres como los profesionales médicos tengan que prestar especial atención al desarrollo del niño para detectar cualquier tipo de discapacidad auditiva de forma temprana.

Una pérdida auditiva bilateral (pérdida de audición bilateral) consiste en tener una pérdida auditiva en ambos oídos. La pérdida auditiva bilateral puede tener distintos grados: leve, moderada, severa o profunda. Puede producirse por problemas que afectan al oído externo, medio o interno por separado o en combinación.

¿Cómo debería oír mi hijo?

Las personas tenemos dos orejas. Por lo que, en principio, todos los niños deberían oír por los dos oídos. A este tipo de audición la conocemos como bilateralidad o audición bilateral.

El sonido que escuchamos entra a través de los dos oídos y el cerebro combina las 2 señales acústicas que recibe, el sonido del oído derecho y el sonido del oído izquierdo y crea una única fuente sonora filtrando el sonido ambiente para que podamos entenderlo todo de forma rápida y fácil.

Sin embargo, no todas las personas nacen con esa audición bilateral. Algunos niños, por ejemplo, oyen mejor de un oído que con otro ya que tienen una pérdida de audición bilateral. Otros niños solo oyen de un oído (unilateralidad). Y algunos niños nacen con una pérdida auditiva completa.

En los primeros años de vida, la audición es un aspecto fundamental del desarrollo social, emocional y cognitivo de un niño. Incluso una pérdida leve o parcial de la audición puede afectar la capacidad de un niño de hablar y entender el lenguaje.

Hay muchos factores que pueden afectar a la audición de los niños pequeños, desde sí nació prematuro, tuvo complicaciones en el parto, tuvo infecciones frecuentes en los oídos hasta cualquier problema genético familiar que pueda haber.

Sin embargo, es importante que los padres estén atentos al comportamiento de sus hijos, ya que, en muchas ocasiones,  hay señales que indican que el bebé no oye correctamente.

¿Cómo sé si mi hijo oye bien?

Si estás llevando a tu bebé a las revisiones periódicas su pediatra ya le habrá hecho las pruebas pertinentes. En caso de que no se la hayan hecho, solicita cita para esto, y salir de dudas.

Sin embargo, no está de más que estés atenta a las señales que pueden indicarte que tu peque tiene algún problema de audición.

Señales de que mi hijo no oye bien:

• De 0 a 6 meses:
  • No reacciona a los ruidos intensos
  • No sonríe ni se tranquiliza cuando escucha a su padre o madre
  • No se gira al escuchar la voz de su madre o su padre
  • No emite sonidos
  • Duerme profundamente en lugares con mucho ruido
    
    
• De 6 a 12 meses:
  • No se gira cuando oye ruidos
  • No se gira cuando oye ningún sonido
  • No reacciona al oír su nombre
  • No imita palabras o ruidos que dicen los adultos
    
    
• De 1 a 2 años:
  • No reacciona cuando lo llaman los familiares cercanos
  • No reacciona cuando pronuncian su nombre
  • No entiende “si”, “no”, “Adiós”… si no se acompaña de un gesto
    
    
• De 2 a 3 años:
  • No dice “mamá” o “papá”
  • No mira cuando le hablan
  • No es capaz de señalar objetos o personas que conoce cuando se les nombra
    
    
• Más de 3 años
  • No escucha sonidos agudos como el timbre del teléfono (de toda la vida)
  • No es capaz de vocalizar palabras o repetir frases de varias palabras

Si notas que el comportamiento de tu hijo responde a alguno de estos criterios, es recomendable que consultes con tu pediatra para que pueda hacer un estudio más detallado de la audición de tu peque.

Hay formas clínicas de valorar si un bebé tiene problemas auditivos, como por ejemplo:

• La prueba de respuesta auditiva del tronco encefálico: Donde se mide la respuesta que tiene al sonido el nervio auditivo y el cerebro del bebé.
• La prueba de emisiones otoacústicas: donde mediante una sonda se miden las ondas sonoras que produce el oído interno del bebé.

En cualquier caso, tanto en el caso de problemas de audición bilateral o unilateral, cuanto antes se detecten los problemas de audición, antes se podrá poner en manos de profesionales para empezar el tratamiento lo antes posible y que así afecte al mínimo el día a día del niño.

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Fuentes: INE, Cochlear, Kids Health, Healthy Children, Ministerio de Sanidad y Consumo, Medical Óptica, Mi bebé y yo